Aquí irá el breadcumb
Mucho hemos escuchado hablar sobre las brechas digitales, pero este concepto ha evolucionado desde su creación, por allá de 1995, cuando se empezaban a plantear las diferencias sociales que se estaban generando entre las personas, empresas y países conectados a internet y quiénes no lo estaban.
Hay muchas definiciones para la brecha digital, pero todas ellas se concentran en dos elementos: la oportunidad de acceso a Internet y el uso que se da a las tecnologías de la información. En resumen, se refiere a tener o no tener un equipo conectado a internet y usarlo productivamente.
Sin embargo, al paso del tiempo ya no existe una sola brecha digital. Persiste un segmento de la población que no tiene la oportunidad de contar con estos recursos, ya sea por resultarles costoso, o bien por habitar una zona que no cuenta con ella.
Las nuevas modalidades de telefonía celular (3G y 4G) en uso actualmente, han permitido avanzar en este sentido, porque han popularizado la disponibilidad de Internet en la palma de la mano, entre una mayor proporción de la ciudadanía.
Ahí encontramos la segunda brecha, que se explicaría de manera muy simple: si tengo Internet, pero no se para que me puede servir, o peor, no sé usar una computadora o un celular conectado, o mis conocimientos son muy básicos.
Este grupo de personas están dejando ir una oportunidad de competir con sus negocios o iniciativas empresariales o emprendimientos, además de que se están quedando fuera de las oportunidades de innovar en sus mercados.
La tercera brecha es más nueva y se refiere a la de la calidad del uso de Internet. Esto es así: tengo computadora y conexión y las uso para comunicarme con mi círculo cercano, resolver tareas comunes de mi negocio e incluso tengo algunos programas instalados, como una suite de oficina, y a veces busco en Internet información que necesito o disfruto juegos en línea.
Aquí observamos un empleo básico de la computación, pero la brecha fue creada por los más nuevos recursos que optimizan el uso de Internet, por cierto, muchos de ellos gratuitos. Los ejemplos más claros son la que conoce como “La Nube”. Hoy es posible conducir la gran mayoría de las operaciones básicas de una empresa (contabilidad, facturación, cobranza, inventarios, base de clientes, promociones y mercadotecnia, por mencionar algunos) desde un teléfono celular.
Si estás en alguna de ellas, estás dejando ir oportunidades valiosísimas de crecimiento y consolidación. Lo realmente riesgoso es que alguna empresa de tu competencia si esté haciendo uso de estos recursos, porque puede dejarte fuera del mercado.
¿A qué generación pertenece tu negocio? Ponte al día en un solo paso. Ven a www.swi.mx y conoce todas las alternativas que Consultora Mexicana te ofrece, con acceso gratuito y muy sencillo de aprender.